Nódulos tiroideos

Los nódulos tiroideos son bultos sólidos que se forman dentro de la tiroides. La mayoría de estos no son graves y no presentan síntomas. Solo un pequeño porcentaje de los nódulos tiroideos pueden ser cancerosos.

Varias situaciones pueden causar el desarrollo de nódulos en la glándula tiroides, incluidas:

  • Crecimiento exagerado del tejido tiroideo normal
  • Quiste tiroideo
  • Inflamación crónica de la tiroides
  • Bocio multinodular
  • Cáncer de tiroides
  • Deficiencia de yodo

La falta de yodo, el sexo femenino, los embarazos y la ausencia de inhibición de la tirotropina (TSH) son factores que ayudan para que se formen nódulos tiroideos. También se atribuyen a factores locales de crecimiento en los tejidos del organismo.

La gran mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas. Sin embargo, en algunas ocasiones los nódulos pueden llegar a ser demasiado grandes y es posible que se puedan presentar las siguientes situaciones:

  • Palpar (que se puedan tocar)
  • Verse a menudo como una inflamación en la base del cuello
  • Presionar la tráquea o el esófago, lo cual puede ocasionar falta de aliento o dificultad para tragar los alimentos

Al evaluar un bulto o nódulo en el cuello, uno de los principales objetivos del médico deberá ser descartar la posibilidad de cáncer, sin embargo, también querrá saber si la glándula tiroidea funciona correctamente, para lo cual puede requerir hacer pruebas que pueden incluir lo siguiente:

  • Examen físico
  • Pruebas de laboratorio (pruebas de función tiroidea)
  • Ecografía
  • Gammagrafía tiroidea
  • Biopsia por aspiración con aguja fina

El tratamiento depende del tipo de nódulo tiroideo que tenga. Las opciones pueden ser:

  • Conducta expectante
  • Cirugía
  • Medicamentos

Un nódulo tiroideo no constituye una urgencia diagnóstica. La gran mayoría de los nódulos que se detectan en la ecografía son, y permanecerán, benignos y solo requieren vigilancia.